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Los ecos en mi mente gritan.


Cuando dijeron que era buena en algo, cuando dijeron que era su amiga, cuando dijeron que era su hija, cuando dijeron que era su fan, cuando dijeron que era un heroe.

Yo sonreía mientras las lagrimas aguardaban en el interior de mis ojos para salir. Mis pulmones estaban llenos de presión por los gritos que no podía sacar, mi garganta se desgarraba por el llanto que no salía y mi mente se reía de mí.

Ella y yo sabemos que no soy nada, ni buena en algo, ni buena amiga, ni buena hija, ni buena fan, ni un heroe.

Ella y yo sabemos que somos basura, que merecemos estar encerradas, solas, para no lastimar a nadie, para no arruinar a nadie.

Mi familia sonríe y aplaude desde las butacas, pero en el fondo odian la mierda que soy. Sólo nací para traer una tormenta que todos quieren destruir, quiero ser destruida, quiero desaparecer.


Nada de lo que hago sale bien, nada está bien.

POR QUÉ NO PUEDEN ENTENDER QUE NO SOY BUENA PERSONA, NO SOY BUENA HIJA, NO SOY BUENA EN NADA, DEJEN DE INSISTIR.

Ahora mi mente me abraza porque ambas nos odiamos, pero eso es lo unico que nos mantiene, y sólo nos tenemos la una a la otra.

Nadie puede ayudarme, estoy sola, soy yo contra yo. ¿Cómo peleo?
Quiero descansar, quiero ser feliz, quiero decirte cuanto te amo.

Quizás si desaparezco esa sería la mayor prueba de amor que puedo darles, porque estarían en paz.
Quizás si desaparezco sería la mayor prueba de amor a mí porque descansaría.

¿Puede ser la muerte una prueba de amor?

Después de todo ya no hay nada para mí.

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